Reseña | Siempre nos quedará Portugal, de Emilio J. Lamas

by - febrero 27, 2020




    Título: Siempre nos quedará Portugal
    Título original: -
    Género: Ciencia Ficción
    Saga: -
    Autor: Emilio J. Lamas
    Traducción: -
    Editorial: Autoedición (Diseño editorial Dark Unicorn Books)
    Páginas: 228
    Publicación: 2019
    ISBN: 9781094699264
    Precio: 10,40€ tapa blanda, 2,99€ kindle (gratis en kindle unlimited)




                                                                                           Gracias al autor por el ejemplar


Sinopsis

Rafael Moreda y su familia acaban de aterrizar en Krakkus, una colonia minera situada en el otro extremo de la galaxia tras un extenuante viaje espacial de dos años.

Su mujer es la nueva ingeniera jefa de la planta de extracción de Turinio, el gas que proporciona energía limpia de manera casi infinita a la tierra y que sólo se obtiene en ese remoto lugar. La experiencia será dura, pero unos años de servicio allí garantizarán el mejor futuro posible para sus hijas.

La vida en Krakkus parece tranquila y agradable, y allí descubrirán una comunidad que enseguida les acoge.

Sin embargo, poco después de su llegada, extraños acontecimientos les harán descubrir que el Turinio ha solucionado muchos problemas, pero también ha creado otros nuevos…

Gracias al autor por el ejemplar


Opinión personal (libre de spoilers)

Siempre nos quedará Portugal es una obra curiosa, pues a pesar de que es una novela relativamente corta, se ha hecho un poco cuesta arriba.

La historia es narrada en tercera persona pero, a pesar de una o dos escenas, todo es desde el punto de vista de Rafael, el protagonista a pesar de no saber ni qué hace en Sisol. 
Su mujer viaja con un trabajo que empieza al día siguiente, sus hijas (que pasan sin pena ni gloria en la narración) van a seguir su educación en el colegio de la colonia de Krakkus. Pero... ¿Y Rafael?

- ¡No olvide pedirle un porcentaje de los beneficios, Rafael! – bromeó de nuevo Altozano.  
- Lo cierto es que… quizá haya algo que sí pueda pedirles a cambio – dijo Rafael tratando de sonar misterioso.  
- ¿Y de qué se trataría? – respondió Eduardo. 
Rafael miró a los tres alternativamente haciéndose el interesante y tratando de escudriñar en sus rostros si alguno intuía lo que iba a decir. Le pareció que no.  
- ¿Por qué no me invitan un día ustedes a su club privado….y les acompaño a su garaje secreto? 

Lo más que hace en su nuevo hogar es organizar el cine-club junto con los dueños del bar, pero no deja de ser curioso que recaiga el peso de la historia sobre un personaje tan prescindible.

Isabel, su mujer, es la nueva ingeniera jefe, encargada de la extracción de turinio, Irene es la gobernadora de Sisol. Cualquiera de las dos nos podría contar más sobre la colonia, sobre el planeta, sobre la vida allí. No deja de resultar curiosa la absoluta indiferencia de Rafael hacia las normas de la colonia, debido a las tensiones que hay con otros países y a la seguridad de cada individuo que está allí.

- ¿No le parece triste, Isabel? Cuando se descubrió el turinio, y su potencial energético, parecía la solución definitiva para el futuro de la humanidad. Un gas que proporciona una energía cuasi infinita, limpio y que se halla en cantidades interminables en, eso sí, un minúsculo satélite desértico al otro lado de la galaxia. Parecía destinado a resolver todos nuestros problemas, pero parece que no sólo no lo ha hecho, sino que ha creado otros nuevos.

A pesar de esto, podría haber sido una gran historia si hubiera habido más momentos de tensión, pero a parte del climax del final, no hay más. La historia es bastante plana y de repente nos encontramos con un enorme plot twist que nos deja babeando, como un perro al que le dan un enorme y suculento chuletón sin esperarlo, después de un hambre feroz. ¡Necesitamos más chuletones!

¿Será que la historia se acortó y realmente había más después de ese final?

Escenas como los viajes, las llegadas a la colonia,... Creo que se explotaron mal, descripciones demasiado largas en algunos casos. Realmente no siento que conozca Sisol, me hubiera gustado que Isabel nos llevara a la extracción de turinio, que Irene nos enseñara a conciencia Sisol o que las motivaciones de Altozano se entendieran mejor.

- Yo no soy política, Irene, - dijo Isabel al tiempo que se levantaba y comenzaba a andar lentamente. Hacía eso cada vez que quería ponerse solemne y a Rafael le sacaba de quicio- y no entiendo ni debería entender de prioridades o conflictos. Tengo una responsabilidad en Sisol que me tomo muy en serio y trabajo muy duro para cumplirla. Tengo muy claro quién me puso aquí y qué espera de mí. Pero no soy una ingenua. Quizá estemos aventurando demasiado, pero por todo lo que he hablado con el señor Soler, hace indicar que mi trabajo tal vez no sea todo lo bueno que se esperaba, o, puesto desde otra perspectiva, sean necesarias más capacidades de las que yo soy capaz de aportar.

Sé que mucha gente ha pedido una segunda parte y es que realmente ese final pide a gritos que la historia continúe, pero sin cambiar el ritmo narrativo parecería solamente relleno para contentar a los demás.

Los amantes de la narrativa encontrarán una buena historia en Siempre nos quedará Portugal, más que los amantes de la ciencia ficción.

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